KIDYDRAW Plantillas Juegos y educación - Games and Education

Hacer que un niño se siente a practicar caligrafía o sumas, si es de la forma tradicional, muchas veces es una batalla perdida. Sin embargo, si le das un reto visual y una pantalla de luz, la resistencia desaparece. Este pack de plantillas no es material escolar.

Estamos aplicando el aprendizaje invisible. Al ir calcando estos retos, el niño no siente el peso de la "obligación". Su cerebro está ocupado resolviendo el laberinto o completando el dibujo, mientras su mano mecaniza el movimiento de la escritura. Es una forma diferente y práctica de ganar horas de práctica sin un solo berrinche.

Por lo que cuesta una suscripción mensual a cualquier plataforma de streaming, le das a tu hijo 60 desafíos reales que puede tocar y completar. Es pasar del consumo pasivo de dibujos animados a la creación activa. Es el ahorro definitivo en conflictos a la hora de repasar conceptos básicos.

Te recomendamos las Pizarras de Kidydraw si tu peque se aburre con facilidad y necesita estímulos constantes. 

Es el sustituto perfecto de la tablet en los viajes. Puedes proponerle retos: "A ver si eres capaz de resolver tres fichas de lógica antes de que lleguemos". 

Con hermanos,  funciona bien como un juego de relevos creativo. Uno empieza una parte de la plantilla y el otro debe terminarla o resolver el cálculo propuesto. Convierte una actividad solitaria en un momento de interacción y risas.

Advertencia de Edad: Aunque marque 4 años, yo te recomiendo este pack específico para niños de 5 años en adelante. Las actividades de cálculo y letras requieren una madurez cognitiva que antes de esa edad suele generar rechazo si no sale perfecto a la primera.

Este set de expansión ha sido creado por Kidywolf para ser el compañero inseparable del modelo de pizarras de Kidydraw MINI. Son 30 tarjetas de doble cara que ofrecen un total de 60 actividades variadas de lógica y trazo. El diseño es compacto y resistente, pensado para que las tarjetas no se doblen dentro de una mochila de viaje. Las sesiones de juego suelen durar unos 20 minutos, manteniendo un ritmo muy dinámico porque el niño tiene la recompensa inmediata de borrar y empezar de nuevo. Es un sistema escalable que cubre desde el reconocimiento visual hasta la resolución de problemas sencillos, funcionando igual de bien en casa que en cualquier lugar de espera.